Pals, Peratallada y Monells
Pueblos con sabor, mayo 2005

En la cima de una colina, plantada en roca viva, la torre románica de Les Hores domina el recinto medieval de Pals. A sus pies, el pueblo se pega a la ladera envuelto por la muralla.
Dentro, el dédalo de calles y callejones guarda casas góticas, con ventanales renacentistas, y deliciosos rincones restaurados con primor.
El nombre de Pals proviene del latín Palus, terreno pantanoso. Como en gran parle del Baix Empordà, antaño las marismas cubrían la llanura, y hoy, cuando arrecian las lluvias, todavía afloran antiguas lagunas.
La villa muestra Impecable su recinto medieval. Destino inexcusable, también se ha convertido en ejemplo a imitar. A su estela se han recuperado otros pequeños pueblos medievales del interior del Empordà, donde caserones fortificados, arcos góticos y ventanales renacentistas, soportales, torres e iglesias ofrecen una tranquila alternativa a la algarabía de las playas.

Impreccindible de ver:
El Pedró. Es el pueblo antiguo. envuelto por la muralla de la que se conservan amplios lienzos y cuatro torres. Sus caserones han sido, en su mayoría, primorosamente restaurados.
Iglesia de San Pedro. Consta de una nave de estilo gótico con bóveda de crucería En la fachada barroca. el santo titular ocupa una hornacina bajo el rosetón gótico.
Torre de Les Hores. Salvada de la destrucción del castillo por el Rey, esta torre románica se alza sobre un podio de roca viva. La culmina un grácil campanario gótico.
Las antenas de Radio Liberty. Mi sufridora y yo nos llevamos una desagradable sorpresa, es para mi un anacronismo que todavía exista este símbolo de la guerra fría.

En el entorno:
Peratallada. A pocos kilómetros de Pals, Peratallada conserva también su muralla. En el interior guarda un palacio y distintos barrios erguidos durante la Edad Media. Extramuros se encuentra la iglesia románica de Sant Esteve.
Monells. De clara reminiscencia medieval, Monells conserva arcos y pórticos y una magnifica plaza, donde antaño según los del lugar, se celebraba una feria sin rival.