Antes de empezar con este ejercicio, nos
sentamos cómodos, unimos nuestras manos sosteniendo una vela encendida o
sosteniendo la vela sobre una mesa.
Son dos ejercicios con la vela:
1) La vela como ayuda por la visualización o imaginación
Miramos la luz de la vela, aproximadamente un minuto. Después cerramos
los ojos e imaginamos la luz. En cuanto la imagen palidece volvemos a
abrir los ojos, etc.
Con el paso del tiempo se hace más fácil sentir la luz de la vela como
una luz interior.
2) Imaginarse la luz interior
Estamos sentado con ojos cerrados y una vela sobre la mesa.
Sentimos la luz interior. La luz de la vela es una ayuda, de manera que
sentimos una luz naranja por los párpados (Naranja es un color muy
bonito para la meditación).