Mi hermana Rosa, que lo ha experimentado,
dice que viajar en barco es vivir una auténtica aventura difícil de
explicar, está rodeada de sorpresas, glamour, lujo, servicios,
atenciones y sobre todo, mucho romance.
De día puedes practicar casi cualquier deporte en cubierta, tomar el sol
en alguna de las piscinas o jacuzzis, disfrutar de las actividades y
juegos que organizan los animadores. Por la noche, no acaba la diversión
con espectaculares shows, modernos casinos, cenas de gala, discos,
teatro, cine, o simplemente paseos por cubierta.
En cuanto a la comida hay que prepararse porque no se puede resistir a
las maravillas que encuentras a bordo. Hay barras de comida rápida las
24 horas del día, helados, bebidas refrescantes y hamburguesas, buffet
de medianoche… Bueno, para qué seguir contando...
...es lo primero que haré si me toca alguna vez la dichosa primitiva.
Que mal lo tengo ¿no? jajaja!
P.D. He incluido una foto de la amiga
Nicole en la Galería de Invitados.